Ayúdame a poner atención: por favor enseñame a través del mi sentido del tacto. Necesito movimiento corporal.
Necesito saber que viene después: por favor dame un ambiente estructurado, de la que haya una rutina de la que pueda depender.
Esperame todavía estoy pensando: por favor, permíteme ir a mi propio ritmo. Necesito moverme y eso me atrasa. Si me apuran me confundo.
Me cuesta trabajo, no lo puedo hacer: por favor bríndame opciones para solucionar problemas. Si estoy bloqueado necesito saber el camino.
¿Esta correcto? Necesito saberlo ahora: por favor dame una retroalimentación positiva y enriquecedora de cómo lo estoy haciendo.
¡Lo olvidé, créeme no lo escuche!: por favor dame indicaciones una por una, pídeme que repita lo que creo que dijiste.
¡No lo sabía, no estaba en mi lugar!: por favor recuérdame; parar, pensar y luego actuar.
¡Ya casi termino!: por favor dame períodos cortos de trabajo con metas a corto plazo. Las tareas que requieren mucho tiempo no logro realizarlas.
¿Qué?: por favor no digas "ya dije eso", dímelo otra vez con diferentes palabras. Dame una señal, dibuja un símbolo.
¡Ya sé! esta todo mal: por favor hazme sentir orgulloso por éxitos parciales. Prémiame por mi esfuerzo personal, no solo por perfección.
¿Por qué siempre me gritan por algo?: por favor fíjate si hago algo bien y felicítame por alguna buena conducta que tenga. Recuérdame mis fortalezas cuando tenga un mal día.
¡No te olvides!: tú eres el adulto y debes ayudar a que me controle; no pierdas la paciencia conmigo.
Extracto de www.rmm.cl
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martes, 2 de diciembre de 2008
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